sábado, 13 de septiembre de 2014

PLAY: BIS, punto de encuentro


Mercado discográfico, festival, celebración colectiva. En sólo cuatro ediciones el BIS se ha convertido en casi una reunión de amigos más que en una mera cita musical. Uno de los objetivos del Barcelona Independent Sessions es unir a diferentes actores del panorama barcelonés (sellos, promotores, grupos, tiendas, etc.) por un objetivo común y ya lo dice Joaquín Pascual, "es la unión y es la fuerza", tanto que hasta parecemos todos más unidos como público. 

Tras una edición de primavera que alcanzó el sold out, la cita central del pasado sábado no fue tan exitosa en cuanto a asistencia, quizás por un cartel con menos tirón (la anterior contó con uno de los hypes de la temporada, El último vecino) y por la confluencia de propuestas en la misma fecha. 

La sesión matinal, hermanada con el proyecto De Quintos, contó con las actuaciones de Flamaradas, propuesta en la que no entré, y The Hills Around, a mi parecer un grupo interesante y peculiar que puede tener mucho que ofrecer pero que acusó mucho la inexperiencia en el que era su primer concierto.Su pop clásico gana enteros en las canciones más dinámicas y queda algo lastrado en las baladas, habrá que esperar como se desarrolla este proyecto. 

La sesión de tarde-noche la abrió Ran Ran Ran pero fue el de Esperit! el primer concierto al que asistí. Como es habitual, un placer ver a Dalmau Boada sobre el escenario, construyendo canciones en solitario con pocos recursos (principalmente guitarra, batería y percusiones), loop sobre loop, como en un juego de niños que no dejan de sonreir. 

La actuación de Ós Bru me pareció correcta pero monótona, como una sucesión de canciones con casi idéntico desarrollo con demasiada tendencia a la épica (manía personal, esto último, la épica no suele ser santo de mi devoción). Algo parecido me pasó con The Last 3 Lines, sin negar su calidad en la interpretación diré que se me acabó haciendo largo, quizás porque realmente lo fue (La Banda Municipal del Polo Norte, última banda y su sucesora en el escenario, tuvo un tiempo más breve que el resto, apresurada por la inminente hora de cierre).

Súper Gegant firmó el mejor directo de la noche. Mi primera vez con ellos y sin decepción, la traslación de las canciones de Camina i oblida me pareció perfecta, bien sólida y menos ruidista de lo que me esperaba (aunque ese plus tampoco me hubiera parecido mal).

La Banda Municipal del Polo Norte hizo lo que se esperaba de ella como fin de fiesta: crear ambiente y dejar buen sabor de boca. Eso sí saben hacerlo bien, como firmar algunas canciones pegadizas que destacan entre otras del montón. 

Cuando un BIS se acaba uno no puede más que desear ir al siguiente, tanto si todos los conciertos le han parecido sublimes como si otros no tanto. Es algo más. Fantástico punto de encuentro. 

No hay comentarios: