domingo, 24 de febrero de 2013

PLAY: Qué bien que Pau Vallvé sea de bosque



Foto de Irena Visa

Acaba de comenzar la gira de presentación de su disco número 13, tiene un currículum impresionante como compositor, músico multiinstrumentista y productor y piensa de él mismo que lleva años fracasando muy elegantemente. Pau Vallvé es uno de los músicos más interesantes de la escena catalana y de bosc uno de los mejores discos del 2012. El pasado 15 de febrero demostró en Atrium Viladecans que sus directos están a la altura de ese trabajo. Acompañado de una sólida banda, ofreció un concierto emocionante, cálido, de explosiones medidas que volvían plácidamente a la calma. Enlazó los temas de de bosc con otros anteriores, especialmente de 2010, como Protagonistes, L’àvia ha fet nevar, Amics dels cirerers (con olvido de letra incluido) o la preciosa Encara no. E incluso recuperó Ni tu ni jo de su alter ego de juventud Estanislau Verdet, demostrando su sentido del humor mezclando sus versos con los de La guerra de las galaxias de Los Planetas, Love will find you in the end de Daniel Johnston y la canción de los dibujos de Willy Fog. 
Para presentar sus nuevos temas, Pau Vallvé decidió no hacer caso a las voces que le aconsejaban una formación para épocas de crisis económicas. "Lo que tocaba era salir con una formación acorde con esta época de crisis, pero me hacía mucha ilusión poder ir con una banda de cinco, con batería, con técnico, y hacerlo a lo grande. Tenía muchas ganas porque el disco lo merece, ya tiene ese tono y orquestación.Tengo mucha suerte de que los de la banda sean unos cracks, es un honor tenerlos", comenta. 

Pau explica sobre de bosc (de bosque) que es una expresión “que usan en casa conmigo". "Yo soy de ir a la mía, de hacer mis cosas con calma, tranquilamente, sin que me molesten. Esto no está reñido con tener amigos, sólo que se trata de tener tus momentos, tu espacio, y de hacer las cosas poco a poco. No tiene sentido buscar sólo el resultado, es ir disfrutando el camino, equivocarse, pasar de lo que toca y del ritmo marcado".

Esa manera de ser puede explicar por qué ha conseguido tener un discurso propio dentro de la escena barcelonesa, al margen de modas: "A nivel musical sí me siento un poco así (de bosque), aunque creo que en este país todos estamos yendo a la nuestra, y por suerte, porque si tenemos que ir todos a una como en los noventa, mal". Otra cosa que le caracteriza, su espíritu crítico, ya lo dejó ver en Estanislau Verdet y lo sigue haciendo a través de las redes sociales. En de bosc vuelve a aparecer, de manera sutil pero persistente. Este es un disco que invita a la acción, externa, hacia la sociedad en la que vivimos, e interna, hacia como vivimos. Pero está lejos de ser un disco protesta, obvio y plasta. "Hay ciertas canciones sociales pero sin caer en el tópico. No quería huir de mi estética, del punto melancólico y romántico que me caracteriza. Un disco político no me hubiera aportado nada, creo que se pueden decir las cosas de muchas maneras y que cada uno tiene su lenguaje. Si las pasas por el punto poético – tostón que tengo, sale esto", explica Pau, que añade que no comenzó a componer con una idea predeterminada, sino que trabaja  “igual todos los discos”. “Hago canciones sobre lo que me pasa, pienso o siento. Me gusta que sea como una especie de diario, que el año que hago un disco, este tenga el tono en el que estoy. 2010 era un disco de quemar en la hoguera todo lo que no me gustaba de mi, de los demás, por eso tiene un punto de rabia, de catarsis, también a nivel de sonido, con sonidos que salen, entran, percusiones, coros… Este disco está trabajado en el mismo sentido, lo único que ha cambiado es que yo estoy diferente y mi entorno es diferente. Si estoy en un proceso posterior a haber quemado todas las mierdas, es un proceso de volver a comenzar, de construir positivamente y colectivamente, porque estamos en el momento en el que estamos". 

¿Un disco conceptual? De nuevo, no fue construido así, aunque el resultado se acerque, por esa sensación de pieza completa y cerrada en sí misma. “No me planteo tanto las cosas”, vuelve a decir Vallvé, que piensa que ha sido fruto del tiempo que tuvo para crearlo: "Normalmente los hago durante las vacaciones, rápido, y esta vez, aunque también, tuve dos meses y estuve más por la labor. Tuve tiempo de no sólo hacer canciones sino de pensar en el disco. Hay melodías que se repiten, las de la canción 3 salen en la canción 7, hay ritmos de batería que aparecen en otro sitio, ruedas de acordes iguales o invertidas… He podido aportar algo al disco, no sólo a las canciones”.

El artwork y los videoclips de de bosc aportan más leña al fuego de la conceptualidad, aunque deberíamos cambiar ese término por el de proyecto artístico conjunto."Me gusta enfocarlo como un proyecto, no como música o canciones, un proyecto que se llama de bosc y que me va a llevar dos años desde que lo comienzo hasta que hago la gira”, comenta.  De nuevo, el músico no sabe si es una cosa premeditada o responde al hecho de que, al hacerlo todo él, no sabe hacerlo de otra manera: “Cuando pienso en un disco y comienzo a tener las canciones, pienso mucho en la estética en como lo grabaré, como pondré los micros para que suenen de determinada manera, los instrumentos que usaré, pero ya estoy también pensando en la web, en los vídeos, en la estética de la portada e incluso en el tipo de promo”. 

Tras años de trabajo, el nombre de Pau Vallvé ya es garantía de calidad. De calidad para pequeños comités, que en definitiva son sus preferidos: "Llevo 13 discos fracasando elegantemente. Y es un orgullo, porque he visto pasar a mucha gente que triunfan a saco y luego se van, y en cambio somos unos cuantos que estamos aquí picando piedra porque es lo que nos gusta, no porque esto sea rentable o no. Creo que la clave es enfocarlo así. Si viene más gente ahora y luego menos, no lo hacemos por eso. Aunque también hace mucha ilusión ver que de tanto en tanto haces un disco que cae en gracia y la gente lo disfruta, y eso me hace muy feliz, no reniego de eso. Pero en momentos en los que he tenido mucho público, como con Estanislau Verdet, no me siento tan cómodo. Me gusta tocar en sitios pequeños, con la gente cerca". Piensa que la popularidad se suele pagar: "A veces cuando tienes mucho público también significa que has dado las cosas muy masticadas. Con la música que yo hago es imposible que vengan 60.000 personas a un concierto”. 

de bosc es un disco que te llama con esa belleza innegable, como llaman las flores del almendro y la vieja corteza de los árboles, pero que no facilita una entrada rápida. Lo que ocurre es que una vez dentro, tampoco resulta fácil salir. Como en un bosque lleno de caminos y piedras en las que sentarse. “Es un estilo de música que no es para todo el mundo, que a mucha gente le parece pesado o triste. No es una música fácil, tampoco difícil, pero atrapa. A mi me atrapó hace tiempo. A veces me gustaría hacer otras cosas, ¡pero se está tan bien aquí!”. 


* Aquí podéis escuchar la entrevisa a Pau Vallvé dentro del programa del miércoles 20 de febrero: 

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