martes, 27 de septiembre de 2011

COMER, BEBER, AMAR: Bizcocho de las Carmelitas Descalzas de Sevilla



Como aquellas cartas con una moneda dentro que debías reenviar si no querías que la mala suerte te fulminase pero en versión monacal: el bizcocho de las Carmelitas Descalzas de Sevilla pasa la suerte en forma de pegote de masa con olor a fermentación.


Dice la tradición que la persona que recibe un pellizco de la masa madre debe hacerla crecer durante 10 días. Entonces, hará un bizcocho con ella ya grandota, pero antes separará 3 porciones de la masa madre para repartir entre tres personas a las que desea suerte. No sé la fecha de datación del bizcocho originario, pero ahí siguen sus hijitas haciéndose pastelito en cocinas de toda España.


Mi mini masa me la pasó mi amiga N. La elaboración del bizcocho dura 10 días, pero de esos 5 no se debe hacer absolutamente nada, sólo dejar tranquila a la masa madre. En el resto se ha de alimentar la pelotilla con azúcar, harina y leche, para que fermente y crezca. El último día es cuando añadimos los ingredientes y cocemos el bizcocho. Así pues, es muy fácil y la masa agradecida da un bizcocho muy rico: completo porque le añadimos frutos secos, manzana y canela, denso, de los que aguantan perfectos hasta 5 días y meloso, como los clásicos bizcochos de las abuelas.


Aquí está la documentación gráfica del experimento.


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